Hay preguntas que, en determinadas épocas de nuestra vida, jamás se nos pasarían por la cabeza hacernos, bien por nuestra juventud, por el ritmo de vida que llevamos, por las obligaciones que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo vital, o por cualquier otro motivo que hace que vivamos en piloto automático. ¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu propósito de vida? Responder esta pregunta tan simple a priori, reportara a nuestra existencia una satisfacción personal y muy profunda.
Personalmente creo que desde bien jóvenes deberíamos de hacernos esta pregunta ya que nos ayudara a caminar y avanzar en nuestra vida con un propósito que aportara luz y seguridad a nuestros valores como persona, alineando todo nuestro ser como persona y creando una conexión íntima con un profundo conocimiento interior.
Nunca me había planteado esta cuestión hasta que fui madre, en ese preciso instante mi mundo cambio y mi objetivo principal paso a ser la crianza de a mis hijos, con un objetivo común junto a mi marido: Criar niños que se llegasen a convertir en adultos emocionalmente estables, libres para tomar sus propias decisiones, independientes y a poder ser, disponer de cuanto fuese necesario para que se criasen lo más felices posibles. El camino era largo y difícil, no voy a decir que no, más aún cuando hemos tenido que vivir una enfermedad implacable y final fallecimiento de nuestra hija. Esto supuso un final, pero también un nuevo comienzo.
Mi propósito de vida se amplió en un abrir y cerrar de ojos, casi sin darme cuenta. Esto hizo que en algún momento me llegase a cuestionar algunos aspectos sobre mi decisión inicial respecto al propósito de vida elegido, cada adversidad vivida viene acompañada de una lectura entrelineas que debe ser aprendida, o no… En mi caso he adquirido cierta templanza a la hora afrontar adversidades, imprevistos, asumir decisiones con resultados acertados o no, asumiendo que no todo depende de mi, en la mayor parte de las ocasiones solamente podemos aceptar y actuar.
Para mí el propósito de vida está ligado a los dones naturales y los talentos innatos o adquiridos de las personas. Llegar a identificar cuáles son, ha sido una experiencia que va más allá de la reflexión o búsqueda incesante por descubrirlos y abrir conciencia, sino que ha supuesto una conexión más íntima, empezando por escucharme, sentir como mi cuerpo guía a mi conciencia y así poco a poco acabe por reconocer y desarrollar esas cualidades que han hecho que se abriese ante mi , puertas y oportunidades que han contribuido de manera significativa en la sociedad, experimentando una gran satisfacción personal al ver el impacto positivo que tiene en los demás.
En mi caso encontrar mi propósito supuso en parte servir a otros y mejorar la vida que les rodea. Cuando falleció mi pequeña hija tuve la necesidad de compartir con el mundo, con la gente que quisiese o necesitase un pequeño rayo de luz en sus vidas, al estar pasando por una situación parecida a la mía. El compartir como hemos afrontado esta etapa ha servido para que mucha gente vea la muerte como un proceso natural de la vida y así me lo ha hecho llegar con decenas de mensajes, correos, etc… Ayudar a aceptar una situación que, aunque es muy dura y terrible, en algún momento de nuestra vida nos tendremos que enfrentar a ella, ver el cambio de actitud en mi gente cercana al inicio del duelo y posteriormente en las personas que han querido compartir conmigo ese cambio, ha hecho que entendiese mi propósito de vida actual..
Al vivir alineados con nuestro propósito, no solo enriquecemos nuestra propia vida, sino a todo el conjunto.
Jamás me había planteado escribir y mucho menos públicamente, pero he comprendido que cada etapa de nuestra vida nos ofrece oportunidades únicas para descubrir y redescubrir nuestro propio propósito, que está en constante evolución. No somos conscientes de lo que podemos llegar a crear hasta que no nos ponemos a ello, en mi caso sirvió un boli y un papel, todo lo demás llego solo.
¿Te ves capaz de sentarte a escuchar tu cuerpo y analizar lo que sientes y deseas? ¿Estás dispuesto hacer lo que te nazca de tu interior para que todo fluya?
Te invito a que por lo menos lo intentes.
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Comentarios
El boli y el papel es solo la herramienta y sin duda de las más económicas que tenemos a nuestra disposicion.Lo verdaderamente poderoso es la acción que desencadena su uso y más poderoso aún es la capacidad que algunas personas tienen para ,cuando unen boli, papel y acción convertir sus reflexiones en estímulos y enseñanza para los que las leemos
Sabes que es lo extraordinario? Cuando somos pequeños los hijos nos sentimos orgullosos de los padres y cuando nos convertimos en adultos, no hay mayor reconocimiento a nivel interior que el orgullo de un padre al ver a su hijo hacer algo que le llena y que le gusta y que lo exprese públicamente.
Gracias papa por tu generosidad emocional
Qué razón tienes,cuando uno es pequeño, los padres son cariño y respeto, y la típica pataleta,por no dejar hacerte algo, o comprar algo,.
Después cuando uno se hace mayor,se hincha a comer huevos ,cómo dice el refrán,es cuando uno se da cuenta de si esos padres lo han hecho,bien.
Y uno intenta dar ejemplo.