Papá como ejemplo de conciencia divertida: Un modelo inspirador.

Publicado el 6 de mayo de 2025, 7:00

Recuerdo mi adolescencia como una época de constantes cambios en mi forma de pensar, actuar, vestir, expresión…Una época en la que todo estaba bien a la par que deseaba que todo cambiase y seguir en la búsqueda incesante de mi propia identidad.

Me siento afortunada ya que mi hermana y mis padres me han acompañado en todas y cada una de las etapas de mi vida, este post bastante divertido por cierto, está dedicado a él, al cabeza de familia, que nos ha hecho ver las cosas con su ejemplo desde una perspectiva bastante gráfica y divertida.

 

Mi hermana y yo debíamos de tener unos 15 años, las hormonas revolucionadas, una ciudad nueva, una casa nueva, un trabajo de mis padres nuevo y prácticamente un despertar de la infancia a la adolescencia. Nosotros veníamos de un barrio y nos habíamos trasladado a una gran ciudad, al menos para nosotros, así veíamos a Gijón, como una gran ciudad. A día de hoy y tras haber vivido en un montón de lugares y ciudades como Madrid. Gijón me parece una ciudad bastante compacta, donde todo lo necesario está a poca distancia, pero en aquellos años la veía como una gran urbe.

Al llegar allí, no tardamos en hacer nuevas amistades. Hemos pasado por toda clase de tribus urbanas y como no podía ser de otra manera mi hermana y yo nos identificábamos con la que tocase en cada época y para eso usábamos la jerga, la ropa y todo lo que identificada a esa tribu en el momento determinado.

Mis padres nos miraban resignados esperando a que aquella época pasase rápido y volviese a la normalidad, porque esa fase formaba parte de la adolescencia. La búsqueda incesante del adolescente en encontrar ese lugar donde te encontrarse a gusto, donde pudieses ser tú y donde los que te rodean aceptasen que formases parte de su grupo, creo que casi todos hemos vivido una experiencia similar en algún momento.

Ahí va mi anécdota con mi padre:

Tras pasar por dos tribus urbanas en menos de un año y lo que ello supuso: Cambio de armario (ropa), cambio de look (corte de pelo incluido), llego la tribu rapera: SI!! Mi hermana y yo decidimos ser raperas, pero no unas raperas cualquieras, una rapera de verdad de las que bailaban con su grupo de amigos encima de un hule de 4 metros x 4 metros en cualquier parque y con nuestro radiocasete de cinta que pesaba un quintal, cualquier sitio era bueno para desplegar todo lo necesario y poder  ensayar las coreografías imposible que reproduciríamos como si de una competición se tratase en las discotecas infantiles de los sábados por la tarde, recuerdo ese año muy divertido.

Llegaron las navidades  de mis 17 años y yo quería mi vestimenta acorde con mi tribu, por lo que desde hacía ya un par de años había decidió guardar todo el dinero de reyes e irme a las rebajas el 7 de enero y este año más que nunca, ese año recuerdo que me compre unos playeros (zapatillas de deporte) que costaron 25 mil pesetas, lo peculiar no era el precio si no el diseño, eran grises y amarillas, con una cámara de aire en el talón que perecía que habían metido a presión un flotador XL, en la parte delantera en la zona de la lengüeta había un espacio, entre el empeine y la lengüeta, para meter un calcetín doblado y que pareciesen más grandes y yo que de aquella usaba un número 40 de pie, os podéis imaginar la estética, pues bien aún me sobro dinero para comprarme un chándal Adidas con corchetes a los lados del pantalón, me acuerdo de su precio 12 mil pesetas, en esa época yo tendría una talla 38 aprox. pero como yo era “Rapera”, compre la más grande que había XXL, casaca incluida, la casaca era sin mangas y de largo casi me llegaba por la mitad del muslo, pero yo era rapera y todo debía de ser muy grande, ese mismo día lo estrene todo, pero me faltaba algo, mi pelo no iba acorde con la estética, por lo que fui a la peluquería y de aquella se llevaba raparse la mitad de la cabeza la parte de la nuca, pues allá que lo rape, ahora sí estaba totalmente integrada.

Recuerdo que llego el sábado por la tarde y mis amig@s (Raperos) fueron a buscarme al restaurante que regentaban mis padres, como ya he dicho en post anteriores, ellos siempre quisieron saber con quién pasábamos las tardes y quien eran nuestros amigos, pues en aquella época tocaban estos, todas buenas personas, divertidos y responsables he de decir.

Ese día yo me puse mi ropa comprada cuidadosamente, ahí a mi padre se le abrieron los ojos como platos y no dejaba de hacerle muecas a mi madre, pero yo me hacia la despistada, rezando para que no me dijese nada y que mis amigos llegasen pronto para marcharnos y dejar de sentir esa presión sobre mi cabeza jajajaj. Mi padre no dejaba de mirarme y yo lo observaba por el rabillo del ojo, pero cuando vio entrar por la puerta aquellos chavales con semejantes ropajes, os aseguro que la pasarela de Rick Owen se quedaba corta, justo cuando nos disponíamos a marcharnos, mi padre salto como un resorte de la silla y dijo: “Rosina espera un momento”, todos nos dimos la vuelta y justo en la puerta de salida del local nos quedamos como muñecos de cera, pensando ¿Qué querría mi padre? A caso me iba a subir la paga semanal… Inocente de mí.

A los pocos minutos salió de la cocina por un pasillo largo que recorría desde la entrada del local a la zona del comedor, cuando le vi, me impacto tanto que no sabía si reír, llorar o ir a casa a cambiarme.

Mi padre apareció con una gorra con la visera hacia atrás y el flequillo peinado hacia delante, él siempre lo llevaba engominado hacia atrás, vestía unos pantalones vaqueros que había bajado hasta la altura de la mitad de su trasero, con los calzoncillos medio saliendo por encima del pantalón, los vaqueros para que se aguantasen y no se cayesen  los había atado con un cinturón de tachuelas que mi hermana tenía en la trastienda, en la parte superior llevaba una camiseta de propagando 3 tallas más grandes que su talla, de sus zapatos de veía sobresaliendo unas servilletas de tela que hacían que la lengüeta fuese desmesuradamente enorme, pero eso no es todo, cogió una cadena que usaba para cerrar la verja de la puerta del bar y la había enganchado a una hebilla del pantalón y el resto lo había metido en el bolso de tal manera  que sobresalía por un lateral del pantalón un trozo. ¡De lo más moderno!, todo ello con un transistor que lo portaba en una de sus manos. Con semejante atuendo, nos dice: He decidido salir con vosotros hoy, creo que voy acorde,¿ No?, ¿Me veis Bien, para ir a bailar un rato?.

 

Hubo un momento de silencio, mi padre me lo estaba diciendo en serio y yo no sabía qué hacer, por lo que comencé a fijarme exhaustivamente en sus complementos para luego hacerlo en los que nosotros llevábamos, sin mover apenas la cabeza empecé a examinarme a mí misma y después a mis amigos. Desde ese instante no volví a vestir con semejantes tallas XXL, no volví a ponerme un suplemento en la lengüeta de los playeros (zapatillas), la percepción de mi atuendo ese día cambio, seguí bailando con mis amigos, pero me impacto tanto ver a mi padre con aquel look tan parecido al nuestro, que yo misma sin necesidad de que me prohibiesen vestir así, desistí sola.

Mi madre que a la misma vez impactada y orgullosa de aquella lección tan espontanea, se levantó y le dijo a mi padre, “Cesar anda deja a los chiquillos divertirse”, él me dio un beso y nos soltó: ¡Bueno para próxima contar conmigo!

Esta anécdota que tengo con mi padre, siempre la recordare, él podría haberme prohibido salir con esa ropa, podía haberme prohibido que tuviese amigos que vestían así, pero en lo más profundo de su conciencia, sabía que no hubiese servido de nada, ya que él no iba a estar conmigo las 24h del día por lo que decidió: Acción / Reacción, ser una especia de espejo para que yo me diese cuenta del impacto al verle vestido justo como íbamos yo.


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Comentarios

Elena
hace 16 días

Me parto con tus relatos!!!!
Jajaja. Tremendo este también. Puedo imaginar tu cara y la de tus " colegas".....
Cada vez me sorprendo más😅😅😅

Rosa
hace 14 días

Gracias Elena este es brutal y mi hermana y yo siempre nos acordamos de esa anecdota

Irene
hace 16 días

Me encanta cómo tu padre improvisó hasta el más mínimo detalle y consiguió darte la vuelta con algo tan divertido y sin necesidad de imponer nada. Un aplauso para él y otro para ti por ser tan especial y única. Te admiro, muakkks.

Sonia
hace 15 días

César con la templanza de siempre.

Cuando tienes una familia que deja que te expreses como eres, es lo mejor que te puede dar la vida.

Rosa
hace 14 días

La verdad que si sonia

Vanesa
hace 15 días

Rosita sois únicos la verdad me encanta seguirte porque siempre me haces reír mucho y aprendo muchísimas cosas contigo , le salió bien la jugada a tu padre la verdad gran lección.
Te amo amiga 💕